-Desincronizada- Preterito imperfecto singular

Se me está haciendo un septiembre muy raro, y desordenado.

Casi es igual que el septiembre pasado.

Y obviamente no quiero que el resto de mis septiembres sean iguales.

Tengo un cacao en la cabeza bastante bonito, para que negarlo, estoy muy perdida.

No se que hacer, ni donde, ni cuando, ni como... No me gusta estar asi porque antes siempre tenía un plan.

Supongo que al final soy un poco hobbit y me gusta la buena rutina, o más que gustar digamos que es lo más sano para mí.

De pequeña sabía que tenía que ir a clase, después ir a extraescolares, hacer deberes, leer, dormir. Una vida sencilla y para mi plénamente feliz.

Era un caminito por el bosque que hacía a diario sin preocupación, tan a gusto que podía mirar a cualquier lado menos al camino. Pero supongo que un día tienes que ir más allá, y como iba mirando a las copas de los árboles me metí en un claro. Desde allí no encontré caminos así que empecé a meterme entre los árboles sin más. Pero nunca llego a ningun sitio. Me pongo nerviosa y tengo miedo, me siento perdida, miro hacia todos lados por si acaso y me tropiezo con todas las raices que encuentro.

Al final cabizbaja vuelvo al claro de donde salí (o quizás sea otro similar), me siento en una roca y apoyo la cabeza en las manos.

Supongo que me da miedo volver a entrar en el bosque, para volver a sentir miedo, tropezarme, desesperarme y volver al claro.

Se que autocompadeciéndome poco voy a hacer, pero no se...

En su día ya lidié con gente que no esperaba nada de la vida y me carcomía no poder ayudar, porque está claro que si uno no quiere que le ayuden poco se puede hacer. Pero lo peor es que se me debió contagiar algo. Yo no es no espere nada de la vida, más bien espero poco de mi. En parte puede que se me pegara ese pesimismo pero por otro lado se que es solo por mi culpa, porque no me esfuerzo, nunca me he esforzado, mi madre me lo ha repetido muchas veces y tiene razón.

Tendré que hacer algo si quiero cambiarlo (aunque el pasado ahí se me queda sin poderlo cambiar, con sus espinas y heridas), pero no se el qué ni como...

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