Posted on 23:05 | By ¡Están vivos! | In cavilaciones
Ando dándole vueltas últimamente al futuro... inmediato digamos. Típico de estas fechas divagar y dudar sobre lo que hacer después de verano con mi vida. Una de las razones por las que siempre he odiado en cierto modo esta época.
Sin embargo ahora tengo una duda más inmediata, y es qué pretendo hacer este verano. Qué me gustaría hacer es una cosa pero que tendría o que acabaré haciendo son cosas muy distintas segúramente.
Para empezar me veo sin ir a ningún festival ni ningún viaje más allá de Burgos. Si dos meses en casa en época de verano no me resulta algo totalmente emocionante es algo que los últimos años he ido viviendo, sin mucha pena ni gloria, como una época de relax y vegetación máxima. Pero este año se presentan algunas variantes a lo que se anunciaba como un plan perfecto para criar moho en mi ser y persona. Principalmente que mi madre probablemente tenga que trabajar todo el verano. Lo que significa no solo quedarse en casa sino aguantar constántemente a mi progenitora con la que cada vez hay más asperezas, y tanto tiempo juntas bajo el mismo techo... uff. Por consiguiente no tengo casa para mí sola. Por consiguiente me quedaría sin mi necesitadisima dosis de momento Zen de estar sola y en relax como otros años. Por lo que no me hago responsable de mi consiguiente enagenación al puro estilo de "El resplandor".
Por otro lado totalmente opuesto, digamos, está la posibilidad de que ya que no gasto en viajes ni en ningún gusto veraniego aprovechar a ganarlo además buscándome un trabajo. Esto tiene muchas cosas buenas supongo, y tienen números impresos.
Y como ginda coronando este tsunami estival que se me viene encima del modo que sea tengo esta extraña situación en el presente, algo inesperado, interesante, agradable... un puñado de cosas buenas que hacía tiempo que no me visitaban y me da lástima ver que me esperan trabas y dudas y "quisiera" con "debiera" y muchos "no puedo".
No se, veo un verano caótico y mis nervios no se donde acabarán.
Sin embargo ahora tengo una duda más inmediata, y es qué pretendo hacer este verano. Qué me gustaría hacer es una cosa pero que tendría o que acabaré haciendo son cosas muy distintas segúramente.
Para empezar me veo sin ir a ningún festival ni ningún viaje más allá de Burgos. Si dos meses en casa en época de verano no me resulta algo totalmente emocionante es algo que los últimos años he ido viviendo, sin mucha pena ni gloria, como una época de relax y vegetación máxima. Pero este año se presentan algunas variantes a lo que se anunciaba como un plan perfecto para criar moho en mi ser y persona. Principalmente que mi madre probablemente tenga que trabajar todo el verano. Lo que significa no solo quedarse en casa sino aguantar constántemente a mi progenitora con la que cada vez hay más asperezas, y tanto tiempo juntas bajo el mismo techo... uff. Por consiguiente no tengo casa para mí sola. Por consiguiente me quedaría sin mi necesitadisima dosis de momento Zen de estar sola y en relax como otros años. Por lo que no me hago responsable de mi consiguiente enagenación al puro estilo de "El resplandor".
Por otro lado totalmente opuesto, digamos, está la posibilidad de que ya que no gasto en viajes ni en ningún gusto veraniego aprovechar a ganarlo además buscándome un trabajo. Esto tiene muchas cosas buenas supongo, y tienen números impresos.
Y como ginda coronando este tsunami estival que se me viene encima del modo que sea tengo esta extraña situación en el presente, algo inesperado, interesante, agradable... un puñado de cosas buenas que hacía tiempo que no me visitaban y me da lástima ver que me esperan trabas y dudas y "quisiera" con "debiera" y muchos "no puedo".
No se, veo un verano caótico y mis nervios no se donde acabarán.
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